top of page

                 Creo que hay que considerar los caracteres mínimos que garanticen que una puesta en escena su sentido junto a sus componentes convoquen al espectador a un espacio en donde este pueda encontrarse con su propio imaginario, desde la coherencia humana de lo posible y lo consciente. Esto se encuentra establecido dentro de los códigos que generan las culturas o los espacios culturales ofrecidas por la obra misma. 
Desde dónde esta se desarrolla, es posible albergar miles de significados desconocidos, no evidentes, pero que subyacen desde todas las creaciones en tanto que al ser presentadas en cualquier espacio, se puede consideran un encuentro, o choque cultural ambiguo, pero no menos importante dentro de los cuestionamientos que conlleva la obra. A su vez, el concepto de obra debe contener estos caracteres mencionados casi por obligación, según lo he sabido durante mis años de estudios, a través de conceptos transmitidos oralmente, junto con las experiencias vividas como espectadora y bailarina.

 

               Los sujetos que transitan en la escena se transforman a mi saber en entes que toman toda nuestra atención, por lo tanto es imprescindible que sus actos sean previamente (o no) pensados por ser objeto mismo de observación posterior. Hay que considerar que la información que capta un observador está sujeta a su capacidad individual, por lo que sus posibilidades se limitan generalmente a atender un foco con total comprensión y luego dos o tres restando cada vez más la comprensión literal o del contenido subjetivo de la obra. Luego, considerando la cantidad total de espectadores, se hace posible que esta masa o grupo albergue todos los detalles de la obra en su conjunto. La masa obra-público se sumerge en variables que debilitan la relación a causa de la concentración que los individuos sostengan sobre sus papeles, de su lado el espectador concede a la obra miles de interpretaciones a causa de su mundo interno y su cultura pero a su vez de las características esenciales del momento presente, como su estado de salud, por ejemplo. Sucede lo mismo con el intérprete. Este encuentro, este momento artístico es el fundamento principal del artista de la danza (en la mayoría de los casos), por lo que en ella radica la más compleja de todas las variables, el presente, el ahora, el momento mismo en que sucede la obra. No importa entonces todo el trabajo previo desde este punto de vista. Pero es fundamental como manejamos la atención del espectador y previamente la del bailarín dentro de la escena, dentro del subjetivo. Por lo que albergando el estilo clásico de creación; coreógrafo o director de bailarines o intérpretes observados por un público o espectador; recae la principal responsabilidad en el director, que puede ser que el éxito dependa tan solo de que este sea un grande, un creativo y un talentoso. Que llegue a grandes masas y que hasta los pequeños lo puedan entender. O que por lo menos tenga detalles, momentos importantes y maneje técnicas de composición conocidas. Ahora, el éxito en la danza se puede mirar de muchas formas, ya que en sí misma no es un producto masivo.

 

                  El tema cultural viene a ser fundamental en el momento en que situamos la obra artística en un lugar, donde quiera que sea. Desde el encuentro cultural que hemos mencionado con antelación se desprende una verdad conocida por la comunidad, códigos comunes que delinean la cultura. ¿Qué sucede entonces cuando, a poco más de tres días se estrenará en Chile Körper? Una obra de la coreógrafa alemana Sacha Waltz. ¿Cómo se inserta esta en nuestra cultura chilensis, santiaguina, en el festival teatro a mil? En realidad el hecho que determina la llegada de esta obra a Chile, la venta de las entradas y su posterior exhibición debe ser gracias a los saberes de quienes la conocen. Ahora, que esta obra se presente en el teatro municipal de Santiago, el teatro aristocrático de nuestro Chile, envuelve un sin fin de factores que determinan también que esta obra finalmente no exige insertarse en nuestra cultura, sino que más bien la roza, apenas existe un encuentro que pueda ser fundamental como movimiento artístico. Si, quizás, en mi o en ti como sujetos a quienes nos interesa la danza y que conocemos este trabajo, algo nos suceda. Luego y dentro de este mismo festival, lo que se conoce, lo que se es dado a conocer son los espectáculos artísticos callejeros, esos, llegan a las masas, a todos quienes quieran participar. Llegan a los medios, los publican. Se podría elaborar un reportaje de más de tres minutos sobre pues el material se obtiene libremente. Así es que la televisión, el medio de comunicación más importante en nuestra cultura (se pelea con el internet pero de todas formas es un medio que elabora opiniones transversales, difícilmente contradecidles, donde se construye una única imagen del mundo). Así es entonces que este medio arrasa con la información y el resto de los medios generalmente no difiere de esta visión. Si es así, poco se conocen.

 

                    De todas formas lo importante aquí es que Körper difícilmente cooperará con las ansias de engrandecer el arte de la danza en Chile. Probablemente no sea su objetivo, invito a cuestionarlo y a cuestionar todo este texto. Creo de todas formas que este deseo se impone dentro de todo el medio danzacístico nacional, ya sea por intereses individualistas o educativos, entre otros. Por tanto exijo que reflexionemos porque la danza no es popular en este país, porque le cuesta tanto insertarse en esta cultura. Tenemos para rato.

Artículo uno.

Del 29 de diciembre de 2OO8.

bottom of page